Imaginar lo que el hombre siente cada vez que logra salir del planeta y puede apreciarlo desde el espacio, es algo que hacemos con emoción y placer. El azul intenso que lo caracteriza, espacios de terreno que encajan como un rompecabezas, con ligeros matices verdes, y si la luna en ese momento, está ocultando la luz solar, miles de luces que gritan al espacio que allí hay vida. GAIA, nuestra madre Tierra, no siempre ha sido así, pues en sus inicios se mostró como una bola de fuego incandescente que, en su interior ardía entre vapores de metano, amoníaco y magma.
En ese cóctel de reacciones, surgió el agua, la misma que ha permitido la existencia de la vida. Y cuando ese hombre mira al planeta desde afuera, y lo compara con los que están a su lado, puede evidenciar que, somos realmente favorecidos con las bondades de sus recursos, y que la distancia adecuada a nuestra estrella solar, ha permitido la aparición de la existencia.
Fuente: Pixabay
Y es que la Tierra es bastante activa pues se traslada alrededor del sol, rota sobre su propio eje y en su interior, ocurren grandes movimientos de materia y energía que muchas veces ni siquiera percibimos.
Todo eso es el ambiente y más, que decir, es todo lo que nos rodea y aplicable a muchos contextos, es la gota de lluvia que nos cae cuando las nubes se descargan, la sal de los mares, el suelo que nos alimenta y que cobija miles de seres, el árbol que se mueve con la brisa y nos regala una fruta, las montañas que con su belleza nos alegran la existencia, el aire que nos mueve el cabello en un día fresco, el río que con su sonido nos permite descargar el stress, la playa que se modeló para alojar miles de especímenes, las rocas que se disgregan para formar el sustrato y el oxígeno que hoy es parte de ese intercambio de gases que nos mantiene vivos.
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La Organización del Ambiente desde la Ciencia
Clasificarlos en vivo o no, es tarea de los científicos, en su afán de organizar todo lo que van conociendo. Para ello está la Ecología, como disciplina científica, conocida desde el año de 1869, cuando el alemán Ernst Haeckel le da su nombre, de manera muy contextualizada con la raíz griega “Oikos” –casa- y “logos” –estudio-, en lo que se traduce como el “estudio de la casa”. La Ecología entonces, tiene el fascinante papel científico de ordenar el ambiente como lo hacemos en nuestra casa, comprenderlo, analizarlo, engranarlo y alertarnos a todos sobre esas prácticas, que desde otras disciplinas han surgido y que hoy compromete cada uno de los elementos que lo conforman y la vida de todos los organismos que día a día nos acompañan.
Los elementos abióticos (sin vida) son los más antiguos en el planeta, pues vienen de los materiales que se formaron con el mismísimo universo. Estos se han paseado por todas las eras geológicas y son hoy testigos de los cambios que el planeta ha sufrido, y que van desde una bola de fuego a una pelota de hielo. Muchos ciclos se cumplen a diario, y cada uno de ellos, mantiene las condiciones ideales para que se siga perpetuando la vida.
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Una vez que los elementos inorgánicos y orgánicos se establecieron en la atmósfera, litosfera e hidrosfera, se generaron las condiciones para que apareciera la vida o biósfera, donde estamos agrupados desde la mínima célula hasta los seres humanos.
Los seres vivos se han encargado de sembrar un gran árbol, que parte desde raíces unicelulares y se entrama en ramas de diversidad, expresada en Reinos que mantienen la genética de la vida, bajo un código único, que hasta hace poco logramos descifrar. Los científicos estiman que la diversidad mundial del planeta oscila entre dos a cien millones de especies. Es importante recalcar que, las actividades antrópicas han puesto en jaque el futuro de estos seres que tanto han luchado por perpetuarse, y que están llevando a punto de extinción a más de 5200 especies.
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El Día Mundial del Ambiente
En esa búsqueda de los seres humanos de mantener condiciones confortables y alargar nuestra longevidad, hemos hecho mucho daño a nuestro planeta. Preocupados por esta situación, muchas personas ligadas al campo de la Ecología se han ocupado de alertarnos sobre las condiciones planetarias mediante la realización de eventos, congresos, trabajos de campo y convenciones. El 15 de diciembre de 1972, la Organización de las Naciones Unidas reunidas en la convención de Estocolmo fijó como día mundial del ambiente el 05 de Junio y se celebra cada año desde 1973.
En aras de mantener un desarrollo sustentable que nos beneficie a todos, los objetivos que se persiguieron en esa convención son:
- Generar estrategias para sensibilizar a la población sobre el cuidado del ambiente bajo un desarrollo sostenible.
- Informar y motivar a la ciudadanía a promover actitudes y aptitudes que generen acciones pro- ambientales.
- Animar a las comunidades a cooperar para que el ambiente sea sostenible.
- Reflexionar sobre nuestro papel como especie y las herramientas que podemos utilizar para garantizar a todas las naciones y poblaciones, la garantía de poder disfrutar de un planeta saludable, próspero y con un futuro seguro.
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Un día para reflexionar
Hoy la Tierra nos invita a ponernos en sus zapatos, y es que esta frase que a diario escuchamos nos puede ayudar a entender lo que estamos haciendo como especie. Han sido más de 4600 millones de años los que han transcurrido desde que el sistema solar evolucionó y se armoniza para acoger a sus ocho planetas, de los cuales, solo la Tierra, ha mostrado vida. El Homo sapiens sapiens aparece en el entramado evolutivo, desde hace aproximadamente un millón de años, y desde que comenzó una verdadera revolución cultural-tecnológica ha comprometido esos recursos naturales que tardaron años en establecerse.
Las ansias de poder, la lucha por tener las mejores tecnologías, el estar a la moda y mantener un confort que disminuya nuestro cansancio y tareas diarias, han dejado huellas profundas en el planeta, o ¿es que acaso hemos visto a un conejo tumbar un árbol porque necesita ese espacio para colocar sus bienes? ¿O a una mariposa volar libremente contaminando la atmósfera? Pues seguramente la respuesta es negativa, ya que estos, solo cumplen su nicho ecológico y se perpetúan como especie.
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¿Qué dejaremos a nuestros descendientes? Esta semana en la que estamos celebrando esta importante fecha, creemos un espacio en nuestra cotidianidad para analizar esas acciones que como individuo estamos ejecutando y que no benefician a la Tierra, siempre pensando en nuestros descendientes, quienes también tienen derecho a enamorarse del mar, disfrutar de un río y saborear las frutas de un árbol que quizás tardó miles de millones de años en evolucionar, y que hoy nos empalaga de amor verde con su rica fructosa.
Referencias:
ONU. Día Mundial del Ambiente Disponible aquí
Escrito por: @alexaivytorres
Editado por: @fermionico
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