Cervantes Ciencias// Serie Investigación Vol. 54 p. 2-2

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¿Qué hemos estado haciendo?


Sin lugar a dudas, la ciencia ha sido creada por el hombre como respuesta a la necesidad de conocer lo que para él es incierto. De esta manera, desde la historia de la civilización, el hombre se ha dado a la tarea de dar sentido a todo lo que le rodea, así como de crear y generar procesos e investigaciones que le permitan explicar los fenómenos que a diario ocurre en el planeta.

Al principio el hombre creo utensilios de piedra, tal vez para defenderse, mejorar sus técnicas en la preparación de alimentos, cazar, pescar o cualquier otra situación que, requería de algo más fuertes que sus manos. Luego comenzó a utilizar el fuego, y vivieron en cada período un sinfín de avances que le permitieron tal vez tener una vida menos agitada.

Comprender el medio, lo alejó a ratos de ser nómada, pues la prevalencia de un cultivo, o el establecerse en sitios con oportunidades de alimentación y resguardo, le fue atractivo y le permitió asentarse y trabajar incluso la tierra para alimentarse. Y a pesar que, en su vida nómada pudo haberse comportado como un depredador de ecosistemas -de los cuales extraía lo suficiente y posteriormente abandonaba- el impacto es incomparable con lo daños que se encuentra generando el hombre actual, incluso sin ser nómada.

La ciencia entonces le ha permitido conocer muchos fenómenos, fuera y dentro de nuestro planeta; pero, vale la pena preguntarnos ¿Qué estamos haciendo con el conocimiento? ¿Realmente lo estamos usando para cohabitar con todos los elementos del planeta, como un sistema armónico y sinérgico?

Los dejo reflexionando, y recuerden que sus aportes pueden ser dejados al final de esta publicación.

¡Somos Cervantes! ¡Somos Ciencia!

Dra. Alexaivy Torres- Coordinadora


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Continuando con el abordaje temático: Variables de investigación, en este nuevo aporte del Área de Cultura, Sociedad y Ambiente de Cervantes Ciencias, describiremos una de las variables de mayor uso en las investigaciones agrícolas, como lo es la CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA (C.E).


En la agricultura, es de vital importancia conocer la concentraciones de sales que posee el suelo, como también los valores de salinidad de sustratos, fertilizantes químicos y abonos orgánicos que se dispongan aplicar en las unidades de producción agrícola, como complemento nutricional para favorecer el crecimiento, desarrollo y producción de una determinada especie vegetal cultivada, ahora bien, la variable empleada para medir el contenido de sal o concentración de iones solubles se denomina Conductividad Eléctrica (C.E).


En este sentido, es importante resaltar que la conductividad eléctrica, ha sido interpretada desde el punto de vista fisicoquímico, como la capacidad que puede presentar una solución acuosa para transportar corriente eléctrica (mmhos/cm, mSiemens/m), en lo que respecta a la actividad agrícola, la C.E sirve de parámetro para conocer concentraciones total y relativa de los iones en el suelo o cualquier otro sustrato, su movilidad, la temperatura del líquido y el contenido de sólidos disueltos.


Como parámetro agrícola, la conductividad eléctrica puede indicar valores altos con potencial fitotóxico, o en su defecto, valores bajos que afecten el normal desarrollo de las especies vegetales, teniendo en cuenta, que en el caso de excesos de salinidad en suelo, sustrato, fertilizante químico o abono orgánico, se puede limitar el crecimiento de las plantas, retrasando la germinación, quemando raíces, afectando la reproducción al disminuir la disponibilidad de agua y la absorción de nutrientes, en el caso contrario, un contenido muy bajo de sal puede indicar, problemas de fertilidad, especialmente de bases tales como potasio, calcio o magnesio.

Para Cervantes Ciencia: Ing. Luis Paz (Prof. de Botánica Agrícola) – @lupafilotaxia

Referencias

[1] Etchevers D. Análisis químico de suelos y plantas. Centro de Edafología. Colegio de Posgraduados, Chapingo, Estado de México. 1988;803.

Créditos:

Fuente imagen 1 , Fuente imagen 2 , Fuente imagen 3


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Uno de los retos de la Ingeniería Química es mejorar la seguridad alimentaria, por lo cual la investigación y dedicación juegan un papel preponderante en esta área del saber. ¿Comemos plástico? Una pregunta que hoy pretendemos responder en la sección de Ingeniería de Cervantes Ciencia. Acompáñanos.
Los plásticos se reproducen a escala exponencial en todo el mundo, es increíble la cantidad de basura por plásticos que se genera día a día. Muchos de estos desechos llegan al mar, penetrando en las rocas, mariscos y envolviendo el hábitat de especies a tal punto de provocar la muerte de individuos de la fauna marina.


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Investigaciones en la Universidad Nacional de Incheon (Corea del Sur) y Greenpeace en Asia Oriental, han demostrado que los microplásticos están presentes en la sal que utilizamos para preparar los alimentos. Tal afirmación puede ser verificada en la publicación realizada en el año 2018 en la revista científica Environmental Science & Technology.



En definitiva nos estamos afectando por nuestra propia basura. Ya es un hecho el rastreo de partículas de plástico en aves, peces, ballenas, agua potable, cerveza, mariscos y sal de mesa. Estudios posteriores realizados por el Dr. Philipp Schwabl, aseguran la presencia de microplásticos en las heces humanas, lo cual era de esperarse. En el experimento todas las muestras de heces arrojaron resultados positivos de concentraciones de plásticos. Es de hacer notar, que algunas de las fuentes del consumo son provenientes del mar, como por ejemplo los mariscos, pescados, la sal; no obstante también de alimentos envueltos en plástico, inclusive el chicle que masticamos o el agua que ingerimos a diario embotellada con material plástico.


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El estudio más reciente según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés) señala que consumimos 5 gramos semanales de plástico, aproximadamente 21 gramos en un més que equivale a 4 tarjetas bancarias. El análisis efectuado por la Universidad de Newcastle, en Australia, señala que el plástico lo consumimos del agua, tanto de botella como de grifo, y que los alimentos más contaminados con plástico son la sal, la cerveza y los mariscos.


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Reflexión final


Somos responsables de nuestra propia destrucción. El plástico que el mismo hombre ha fabricado en pro de su evolución, una vez que se convierte en residuo se descompone y contamina el agua y alimentos que son ingeridos por él, desencadenando un ciclo que de forma permanente afecta negativamente la salud del hombre. ¿Qué esperaremos para reaccionar y evitar la autodestrucción y la alteración de los ecosistemas?.

Escribió para ustedes Ing. Alexandra Torres, enamorada del ambiente. En steemit @xandra79


Referencias


Página web National Geographic. (2018). [Artículo online]. Hallan por primera vez microplásticos en heces humanas. Recuperado de. Consulta: Noviembre, 2019.
Cerrillo A. (2018). [Artículo online]. Más del 90% de las marcas de sal común contienen microplásticos. Recuperado de. Consulta: Noviembre, 2019.
Página web El Diario (2019). [Artículo online]. El plástico que comemos en los alimentos y el agua equivale a una tarjeta de crédito cada semana. Recuperado de. Consulta: Noviembre, 2019.
Imágenes libres de pixabay
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