Es increíble cómo ha cambiado el mundo en tan solo dos años; lo que parecía ser un problema que se podría solventar de una forma medianamente sencilla, terminó siendo una situación que está llevando a la humanidad al borde de un colapso de magnitud inimaginable.
Hemos visto países poderosos mostrar sus lados más vulnerables por la incontrolable crisis sanitaria, hemos visto personas sacar sus instintos más salvajes de rebeldía por el impacto psicológico, hemos visto personas desarrollar habilidades brillantes, eso, eso es vivir en una pandemia.
Hay personas que todavía no entienden la responsabilidad que tenemos todos en este momento; podríamos pensar en el COVID-19 como una especie de «virus de Schrödinger», pues, algunas personas podemos ser asintomáticas, entonces debemos actuar como si estuviéramos infectados así no lo estemos, por ende, tenemos y no tenemos el virus a la vez.
El número de personas fallecidas por el virus aumenta de forma vertiginosa y es lamentable todavía existan personas negando el impacto de esta pandemia en nuestra sociedad afirmando que estamos de cara a un mero rumor o invento de potencias que quieren mantenernos encerrados en nuestras casas, alegando así, estamos viviendo una especie de teoría conspirativa masiva.
Siempre he amado la psicología a pesar de nunca haber estudiado la carrera, porque siempre me ha fascinado analizar psicológicamente las situaciones para buscar entender mejor los porqué de las mismas, entonces, he llegado a la conclusión de que nunca ha habido una mejor oportunidad de demostrar el impacto psicológico que causa en las personas el aislamiento de la sociedad.
Es interesante (aunque sea terrible a nivel de sanidad) cómo el ser humano rompe las reglas de aislamiento por un tema de necesidad de interacción y relaciones interpersonales pues el aislamiento desata una especie de instinto que asumo debe ser el instinto de supervivencia que nos obliga a interactuar para preservar nuestra especie a través de la reproducción.
Lo más irónico del caso, es que realmente el cuidarnos nunca ha sido tan sencillo, basta únicamente con lavarnos las manos en cada momento que podamos y mantener una distancia entre nosotros de 1 metro y medio de distancia para evitar salpicaduras de saliva, porque esta es la manera en la que el COVID-19 se esparce, pero al parece,r mientras más simple son las instrucciones, las personas no se las toman en serio.
Por supuesto, jamás podría culpar las ganas de querer ver a sus seres queridos o sus amistades ya que realmente ellos son pilares fundamentales de nuestra vida, pero hay por tener en cuenta que todos en este momento somos una especie de granada militar humana, hasta que logremos obtener nuestras dosis de vacuna desarrollada por laboratorios reconocidos y aprobada por la OMS para podernos inmunizar contra el virus.
Hay que tener un poco más de paciencia con el tema de las salidas y reuniones porque antes, la población de riesgo eran los adultos de la tercera edad y personas con problemas de salud crónicos o hereditarios, sin embargo, las nuevas cepas han demostrado un impacto muy fuerte en personas jóvenes, todos estamos bajo el mismo peligro de contagio en este momento y por ende hay que cuidarse como nunca y cuidar a nuestros familiares.
La comunidad científica del mundo está trabajando de forma incansable y han conseguido desarrollar vacunas efectivas contra el virus en tiempo récord pues generalmente el desarrollo de una vacuna suele tardar entre 3 a 5 años y estos científicos en poco más de un año ya han tenido resultados eficaces contra el virus.
Pienso que las personas a los que debemos rendir el mayor tributo de nuestras vidas es al personal médico de todos los países del mundo, pues entre sus filas han habido una cantidad innumerable de pérdidas y nosotros como sociedad no podemos ni debemos jamas olvidar este sacrificio que realizaron para que nosotros podamos como especie, superar esta crisis.
Estamos de cara a un nuevo estilo de vida que ya no tiene vuelta atrás, por ende, el mejor consejo para todos es el aceptar este hecho y buscar sacar el lado más positivo, porque si no tenemos otra opción, es mejor no mortificarnos y buscar la manera de seguir adelante; sé que podremos vencer esta pandemia, lo hemos hecho antes y lo volveremos a hacer.
Esta publicación fue realizada como una reflexión para conmemorar el Día Mundial de La Salud, el cuál fue decretado cada 7 de Abril por la Organización De Las Naciones Unidas como un día para recordar la lucha que llevamos a cabo todos los días para erradicar los problemas de salud que surgen en el mundo entero.
Escrito y diagramado: @ilazramusic
Edición: @fermionico
