Cuestión de raza… | Contenido original

Antes de abordar el tema, queremos aclarar a nuestros lectores un par de cosas: las palabras que leerán a continuación son de absoluta responsabilidad del autor y no comprometen la posición de @cervantes, dada la naturaleza del espacio: escritores independientes quienes escriben en el blog del testigo. Lo otro es menos riguroso que un descargo de responsabilidad, pero tan importante como este, habida cuenta que quien escribe no es un experto en antropología y mucho menos, un sociólogo.

Tan solo un ciudadano de a pie espectador de una sociedad donde el racismo existe, pero de manera muy soterrada, dada la realidad histórica de Venezuela. Un país de razas multicolor, donde un importante aporte en los genes de las generaciones recientes, están influenciados por la fuerte presencia de afroamericanos venidos del continente negro, en la época de la conquista española.


¿Por qué hacemos las aclaratorias al inicio del escrito? Nada en particular, pero en tiempos modernos, hablar de razas se ha vuelto un problema de tacto y de escribir las frases políticamente correctas, con la finalidad de no herir susceptibilidades. Es así como dentro del marco del Día Mundial de la Cultura Africana y de los Afrodescendientes, hemos querido participar del llamado de la Organización de Naciones Unidas a crear conciencia.

La costa venezolana, ha sido la zona donde la mayor parte de los descendientes de esclavos establecieron su residencia. Obviamente, desconocemos las razones por las que éstos pobladores se asentaron allí. Lo cierto del caso es que, con el tiempo, la movilización de seres humanos a las grandes ciudades, desde los lugares con poca o ninguna fuentes de ingreso, fue evidente.


Y esto, en rigor, hizo que la sociedad aceptara lo que antes rechazaba, al menos en el caso venezolano. Y ese vínculo se formó durante las guerras de independencia, donde al esclavo se le ofrecía libertad a cambio de su sacrifico con el fin de perseguir una tierra libre. Y a diferencia del vecino del norte, muchas de esas promesas se cumplieron. Por supuesto, esto es una simplificación burda de algo mucho más complejo, pero nuestra tarea es intentar ilustrar el punto del escrito.

La aceptación, en una época mucho más temprana que la de otros países, de nuestras raíces africanas, derivaron en una rápida fusión de la cultura afro con la india y la europea. Aquello dio como resultado una mezcla increíblemente variopinta y de la cual, cualquier venezolano, se siente orgulloso. Ponga como ejemplo la música. Cada 24 de Junio los tambores estallan en la costa venezolana. Una percusión insistente de origen netamente africano, pero que ningún criollo medianamente identificado, puede eludir bailar o tararear.


Y esto es así, por el poderoso atractivo que ofrece la visual de los bailes sensuales y de los ritmos pegajosos de las letras, además del golpeteo cadente de los tambores. Mi esposa es de origen andino y las personas de esa región montañosa son de piel clara. Pero ponga usted a sonar un tambor costeño y se dará cuenta lo que intento decir.

Es allí, en ese momento, que la cultura africana se hace presente y la sangre afrodescendiente en las generaciones posteriores a las guerras independentistas, evidencia que todos los venezolanos tenemos ascendencia en la tierra primigenia, cuna de la humanidad. Por ello las demostraciones de racismo son casi inexistentes en Venezuela.


Y eso fue lo que nos llamó la atención del calendario de observancia de Naciones Unidas. Celebrar la cultura africana y la afro-descendencia es celebrar la vida misma de todos los seres humanos. Es hacer que las humanidad entre en conciencia sobre la necesidad de reconocernos. Es increíble, hoy día, existan todavía barreras para aceptarnos tal cual somos: una mezcla inevitable de ascendencia africana.

Y eso es mucho decir. Brasil, Colombia y Venezuela, son los países de ex-colonias europeas, donde viven y vibran con mayor presencia, la cultura africana. Pero en los tres países también existe el rechazo, muy somero, de esta cultura. Y es increíble algo así en el siglo XXI. Ahora se explica porqué el organismo multilateral, tiene que «promover la cultura africana como instrumento eficaz para el desarrollo sostenible, el diálogo y la paz»


El 24 de enero fue escogido por Naciones Unidas como Día Mundial de la Cultura Africana y de los Afrodescendientes. Esta fecha coincide con la adopción de la Carta para el Renacimiento Cultural de África en 2006 por los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana. Algo que quizás pudo pasar por debajo de la mesa para muchos países en el mundo, pero que significa la reafirmación de la identidad africana en cada uno de nosotros.

Hacer este reconocimiento es una tarea de cada ser pensante, dada la inmensa carga simbólica que ha significado, al respetar los movimientos primigenios de los seres humanos desde África hacia el resto del planeta. Buscar nuestra reconciliación con lo afro es encontrar el camino hacia la liberación del deseo reprimido por ser un todo con el resto de los seres humanos.


Escrito y diagramación: @fermionico


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