Creatividad, divino tesoro || Contenido Original

Muchos de los misterios de nuestro cerebro, aún no han sido descubiertos. Hay grandes avances en la ciencia del cerebro, es indudable. Pero mucho de lo que queda escondido, aún, puede llegar ser un matadero de cabeza para los investigadores. Es así como asistimos a una era de creatividad profusa, pero en peligro de desaparición en la innovación. Lo decimos porque ¿Quién no ha escuchado a un necio decir «ya todo se encuentra inventado»?

Si le sumamos a eso los altos porcentajes de desatención en las áreas de estudio, por adolescentes más bien interesados en todo aquello que distrae el pensamiento creativo, obtenemos un cuadro nada halagador hacia el futuro. Y ¿son éstos jóvenes los responsables? En ningún momento. Todo niño o adolescente necesita de modelos. Y estos modelos los extraen de su círculo cercano de familiares y amigos.


Son los últimos quienes tienen que abogar por crear el interés y la motivación necesaria por el pensamiento creativo. Por supuesto, a nadie le dan un libro para aprender a criar chicos, pero a sabiendas de que la creatividad es una herramienta necesaria para enfrentar los desafíos del mercado de trabajo actual, mucho tienen que trabajar esos modelos para inyectar el pensamiento crítico. La base de la creatividad.

Muchas veces los padres dejan esto en manos de las escuelas, pero tales recintos pocas veces se concentran en ello. Quizás, como el redactor tiene mucho tiempo sin estudiar, tal vez no se encuentre al día en los actuales modelos educativos. Pero siempre he sostenido que la formación cívica y la creatividad se forjan en el hogar, jamás en la escuela.


Nuestra propia experiencia lo dice. Recuerdo a nuestro padre como un ávido lector de prensa escrita. En aquella época tenía la costumbre de tomar café temprano leyendo el periódico (este cristiano salía temprano a comprar los interminables tabloides). Lo dejaba cuando partía al trabajo, no sin antes expresar instrucciones: cada hijo debía leer una noticia para discutir en la cena de noche ¿el resultado? Debates en la mesa.

No era obligatorio seguir la instrucción, pero, comoquiera que éramos una familia numerosa y la bendita competencia entre hijos, hacía que cada quien le pusiera corazón para ganar la indulgencia de nuestro padre. Así las cosas, crecimos en un ambiente creativo porque intentamos dar otras soluciones a problemas cotidianos leídos en la prensa o, simplemente, decíamos nuestro punto de vista y defendíamos ante las preguntas de papá tales posiciones.


¿Es el modelo correcto? Lo ignoro. No somos educadores o psicólogos para establecer esto, pero si puedo dar testimonio sobre la creatividad desarrollada por cada uno de mis hermanos. Sobre si yo poseo la creatividad o no, es cuestión de que lean mis relatos; pero más allá de esto, quiero dar importancia sobre la atmósfera crítica y creativa sobre la que se forjó cada uno de nosotros y ha sido un regalo maravilloso de quien fue el pater family.

Volviendo a lo que nos ocupa, la creatividad ha sido el pilar bajo el cual la sociedad humana se erigió como la especie dominante. Y jamás habría podido ser así si nuestro cerebro no se desarrollara a partir de dos detalles: el fuego y las proteínas provenientes de la carne. En efecto, el ser humano primitivo se sirvió de ambos accidentes de la evolución para que nuestra masa gris creciera con cada nueva especie de homínidos.


La era de la ilustración vió como el cénit de la creatividad logró milagros y la invención de la fabricación en serie, nos convirtió en una especie depredadora del ambiente, sí, pero en una también más creativa para perfeccionar procesos y productos. Sin la creatividad, por poner un solo ejemplo, estaríamos navegando todavía por módem telefónico en lugar de fibra óptica. Y vaya que eso ha sido un salto gigantesco en tan solo unos pocos años.

¿Otro ejemplo? El arte se habría estancado. Y siempre nos maravillamos con algo nuevo, pero cada vez parece menos evidente esa creatividad. He sido un privilegiado y he presenciado la era del televisor en blanco y negro, del disco de acetato, del walkman, del teléfono de disco y tantas otras cosas que podría mencionar acá. Y también hemos visto como han evolucionado todas estas cosas. Recordamos cuando un disco de un Megabyte era la mejor manera de respaldar archivos. Sin la creatividad, todavía estaríamos intentando guardar información en estos discos en lugar de hacerlo en la nube de internet.


Y podría pensar usted que hemos hecho un escrito como cualquier otro, con lugares comunes y sin ningún tipo de emoción. Pero hasta para eso se necesita creatividad. Las palabras no fluyen solas, tienen que venir de algún lugar y ese lugar se llama la creatividad. Que un organismo multilateral se encargue de recordar cuán importante es la creatividad, nos resulta tanto perentorio como necesario. Y tiene que ver con la crisis de la cual le hablaba al principio del escrito.

La Organización de Naciones Unidas estableció el 21 de Abril como el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación con el fin de crear conciencia sobre un tema que nos alcanza a todos. Tanto para dar oportunidades a los desposeídos como para establecer su papel como motor del cambio social. La creatividad es la semilla de un mañana más próspero para todos.


Escrito y diagramación: @fermionico


Pie de página Cervantes.png

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.