Pánico en el criptomercado | Contenido original

Los inversores han estado reaccionando al cúmulo de noticias y a los claros signos de ralentización de la economía mundial. Ello ha afectado enormemente el mercado de las criptomonedas, considerado por muchos volátil y el que se convierte en la primera víctima cuando el dinero escapa a entornos «más seguros», como los bonos emitidos por los gobiernos, el oro y otros refugios tradicionales del capital.

Podría pensarse que todo comenzó con la pandemia, pero a pesar de ello, la economía no sufrió tanto y mostraba ciertos signos de recuperación, luego, la etapa más delicada fue superada con vacunas y cuarentenas. Pero nadie contaba con una guerra en Europa. Y aunque no ha sido el único factor, el petróleo se disparó a precios nunca vistos. Y el mundo todavía depende mucho de los combustibles fósiles.


Así las cosas, el criptomercado por sus propias características, es una de las diversificaciones de capital que se encuentra más auditada que cualquier otra. El alto riesgo no ha sido una cuestión que ayude a su consolidación. La mayoría de intereses en contra quienes desean mantener el status quo, se servirán de noticias escandalosas con el fin de sepultar a las criptomonedas. No ayuda en nada al criptomercado sucesos como el ocurrido a la plataforma Celsius, quien aplicó un «corralito» a los activos depositados. La justificación: lo hacían para proteger a sus propios clientes.

Y la ignorancia sobre como funciona el mundo blockchain tampoco ayuda. Muchas plataformas exchanges han prometido al público rendimientos muy altos con el fin de atraer capitales. Pero los tenedores tienen que reinvertir ese dinero con el fin de devolver los rendimientos prometidos. Cuando hay una ola de pánico, las exigencias de capital hacen que no sea posible regresar el dinero con la velocidad exigida por el inversor. Y eso no es culpa del inversor mismo, sino del criptomercado que ha fallado en dejar claro el modelo de negocios.


En las puertas del «bear market», no solo las criptomonedas se han visto perjudicadas. Las acciones de las empresas tecnológicas líderes también se han visto muy afectadas. Si juntamos todo: petróleo, guerra, inflación, pandemia y corralitos, podemos entonces conseguir las explicaciones para entender lo que está sucediendo. Hive, por supuesto, no se ha escapado de la tormenta perfecta. Su valor ha caído casi 60% desde el precio marcado a mediados de Enero. Y ahora tenemos que plantear la pregunta ¿Qué pasará?

No somos pitonisos, mucho menos especialistas de mercado. Solo podemos tener una visión a partir de lo que dicen los entendidos. Medios muy serios como BBC mundo, se atreven a predecir un «Criptoinvierno» . Así las cosas, el panorama pintaría muy oscuro sino fuera porque nos encontramos en una plataforma privilegiada. Un proyecto serio. Un lugar donde la gente trabaja sin descanso por ofrecer herramientas de vanguardia, que prevalecerán por su utilidad y por algo que otras redes no pueden ofrecer: recompensas por tu tiempo.


Uno de los mayores problemas de las criptomonedas ha sido demostrar su viabilidad práctica. Muchos casos de uso han resultado en scams. Y si partimos del principio sobre la confianza, única materia prima con la que se construye valor, entonces podemos concluir que muchos proyectos de criptomonedas le han hecho un flaco servicio a la imagen del criptomercado. Y no podemos dejar de lado el paralelismo existente entre lo que pasa ahora y lo sucedido con la burbuja inmobiliaria.

Los créditos hipotecarios fueron una buena idea en su momento. Pero la avaricia y las ansias de hacer dinero de la nada convirtieron un instrumento simple para ayudar a comprar vivienda, en algo complejo como las hipotecas sub-prime. Del mismo modo, un cuaderno de registro contable simple (en esencia, eso es el mundo blockchain) lo han complicado con creaciones candorosas de nombres técnicos disfrazados con el mote de finanzas descentralizadas. DeFi es un acrónimo moderno para complicar un mundo que no se ocupó primero de hacer entender la parte «fácil» de la ecuación.


Dicho esto, quienes estamos dentro del criptomundo no hemos sido capaces de explicar con suficiencia para el entendimiento de todos, las bondades del modelo de negocios. Si suma usted querido lector: avaricia con incompetencia, ya sabe por donde van los tiros ¿Una auto-crítica necesaria? Quizás, pero mientras exista tal apetito por el dinero, en lugar de buscar paciencia para dejar claras preguntas como ¿De donde sale el dinero? Mucho me temo que el criptomercado tendrá que subir una cuesta muy alta.

Porque ya no se trata de nosotros contra sí mismo. Tenemos enemigos. Están afuera apostando porque nos estrellemos con nuestros bits y nuestros ideales de un mundo mejor. Creo que es hora de reagruparnos como adalides del nuevo modelo y aprovechar la baja del mercado para atraer personas e incorporar voluntades. Eso sí, explicando profundamente las bondades de proyectos como Hive. Las brechas se han ido cerrando en cuanto a conocimiento. Es mucho más fácil ahora comenzar en esto que cuando iniciamos hace casi cinco años. Pero falta demasiado por trabajar.


Una de las tareas abordar es explicar los riesgos del scam y las burlas que significan proyectos basados en la nada. Esos son los enemigos internos. Hacia afuera, formarnos primero en los conceptos de nuestro «libro contable», para luego saber explicar en cuanto seamos requeridos. Solo así podemos sumar. Nadie en su sano juicio podría cambiar mi optimismo sobre las cosas que podemos llegar hacer juntos. Han sido cuatro años y medio de lucha. Con sus altos y sus bajos. Quienes nos encontramos en esto desde hace mucho tiempo hemos demostrado que es posible construir basados en un modelo ganar-ganar.

Comparto «pruebas de cerebro» con el fin de obtener una recompensa que empresas como Facebook, Instagram, Twitter o Google nos han negado. Y eso es lo valioso de nuestro proyecto. Por ello es que trabajamos duro promoviendo nuestra criptomoneda. Quizás algunos piensen que me encuentro dentro de un pesadilla de ideales enfermizos y critiquen mi optimismo a ultranza, pero Hive es un sueño del cual no quiero despertar.


Escrito y diagramación: @fermionico


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