El Hombre de la Mano Gris | Contenido original

Todos alguna vez hemos tenido la oportunidad de ser corruptos en nuestras vidas, y esto va más allá del simple hecho de recibir un soborno por algo, es decir, va más allá del mero hecho de recibir dinero de forma deshonesta, la corrupción yace en nuestro ser cuando quebrantamos nuestros ideales en pro de hacer algo que sea «conveniente» para nosotros, sin importar si por esa conveniencia terminamos haciendo daño a las personas.

La historia que contaré a continuación, tiene que ver con este tema, porque nuestro personaje en cuestión, puede parecer muy familiar para muchos, ya sea por reflejarse en él o porque conozcan a alguien parecido, ya que la corrupción puede estar a la vuelta de la esquina, así que, piensa bien cuando estés en la situación donde la corrupción toque tu puerta, porque no sabes lo que puedes perder como consecuencia.

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Foto por Ave Calvar en Unsplash

Esta es la historia de Albert, un hombre común de 40 años, que vivía en una ciudad muy ajetreada; como todo citadino, se dedicaba a labores de oficina y recibía un sueldo que apenas le alcanzaba para vivir, sin embargo, sus ambiciones no estaban muy a tope, por lo que realmente nunca se quejó al respecto, era de una familia bastante humilde, pero sí le gustaban ciertos lujos, tenía una fascinación extraña con el dinero con respecto a acumularlo.

Un día, mientras estaba saliendo del edificio donde trabajaba, se le acercó una persona con un traje muy elegante y un «look» muy llamativo a ofrecerle algo bastante peculiar, aprovechando la situación de Albert, comenzó a dialogar con él para tratar de convencerlo de unirse a un experimento social; esta persona misteriosa, le dio un maletín a Albert, le dijo que se lo quedara durante 5 días sin abrirlo, y le recalcó que dentro del maletín había mucho dinero, además, profundizó diciendo que si él lograba hacer la tarea que le estaba encomendando, recibiría el 50% de lo que está dentro del maletin.

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Foto por Fikri Rasyid en Unsplash

Al llegar a su casa, sostuvo el maletín un momento entre sus manos y notó que no pesaba tanto, por lo que trataba de intuir de cuánto dinero se trataba, una voz en su cabeza comenzaba a decirle que abriera el maletin y que viera cuánto dinero es, para saber si realmente era conveniente el hacer lo que esa persona le dijo al pie de la letra, o si podía tomar parte de ese dinero del maletín y devolverlo así como está, de igual forma, no se podría enterar de que fue abierto.

Duró un par de días dándole vueltas al asunto, pero no terminaba de abrir el maletín, ya que, realmente sentía que no era problema suyo y que básicamente era dinero fácl que estaba obteniendo al solo cuidar del maletín por unos días, así que se tranquilizó por momentos, pero jústamente el tercer día comenzó a escuchar esa voz que lo llamaba una y otra vez a abrir el maletín con más fuerza, al punto de preguntarse a sí mismo si ahí podía existir la solución a sus problemas financieros.

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Foto por Elia Pellegrini en Unsplash

Al cuarto día de tener el maletín, no pudo más con la intriga y decidió abrirlo, de forma casi inmediata, un resplandor de luz salió disparado de él hacia su mano derecha, generando una sensación muy extraña de incomodidad y cambiando la tonalidad de su piel a un gris ténue, como color ceniza; la primera reacción fue de un susto abismal, pero posteriormente a tranquilizarse, decidió echar un vistazo hacia dentro del maletín y notó que había una cantidad muy alta de dinero, por lo que sonrió sin pensar en más nada y decidió cerrarlo sin tocar absolútamente nada, porque ya estaba seguro de que ganaría mucho dinero con él.

Luego del quinto día, procedió a buscar a aquél hombre misterioso, al salir de su trabajo y, efectivamente, este se encontraba en el mismo lugar donde le dió el maletín, así que procedió a entregarlo y esperar la reacción del misterioso sujeto.

— Así que me trajiste de vuelta el maletín, eso está bastante bien, aunque noto que tu mano derecha se tornó gris, ¿eh? No habrás abierto el maletín de casualidad, ¿verdad? — dijo el hombre misterioso con la cara muy seria.

— Realmente sí lo abrí, porque la curiosidad me mataba, pero no toqué absolútamente nada dentro de él y puedes verificarlo tú mismo — respondió Albert con algo de nervios.

— Tranquilo, confío en ello, así que te voy a regalar todo el maletin, con todo el dinero que hay ahí dentro por no haber robado nada de lo que estuviera dentro.

— ¿En serio? Esto no es una broma, ¿verdad? — dijo Albert muy confundido.

— Para nada, puedes quedarte con el maletín, pero la única condición, es que tu mano se quedará gris para siempre y eso va a generar una serie de consecuencias cada vez que tu alma se corrompa de alguna manera — dijo el misterioso hombre sonriendo.

— No lo entiendo.

— Simple, podrás tener siempre lo que quieras gracias a esa mano gris, pero si obtienes algo de forma deshonesta o a través de un acto que corrompa tu espíritu, perderás algo valioso en tu vida.

— Puedo hacerlo, sin problemas.

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Foto por Francois Hoang en Unsplash

Luego de ese día, Albert pensó en esas palabras de aquél hombre misterioso, ya tenía todo lo que podía pedir con ese dinero que recibió del maletín, sin embargo, de vez en cuando realizaba un acto deshonesto a través de ese dinero, ya sea tratar de comprar a las personas para que le hicieran favores, tratar de pagar para estar por encima de la ley y demás, pero cada vez que realizaba estas acciones, notaba que recibía más y más noticias malas.

La primera vez, solamente recibió un mensaje de su jefe, diciéndole que ya no lo necesitaban para el cargo, por lo que había sido despedido; luego, las cosas fueron escalando cada vez más, la última vez, fue la más dolorosa de todas, porque en la ciudad donde vivían, unos políticos lo contactaron para que financiara la demolición de un asilo de ancianos para construir un centro comercial, en su cabeza él no quería que eso sucediera, pero los políticos le prometieron un porcentaje de todo lo que se generara de ahí y omitió el impacto social que traería este hecho, y aceptó.

El día que demolieron el asilo, recibió una llamada urgente de un hospital que quedaba muy cerca de la casa de sus padres para decirle que su madre había fallecido de un infarto por la vejez.

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Foto por Artyom Korshunov en Unsplash

Este post es realizado en conmemoración del Día Internacional contra la Corrupción, decretado el día 9 de Diciembre por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como un día de reflexión sobre el impacto negativo en la sociedad que ameritan los hechos de corrupción y el diseño de estrategias e iniciativas que promuevan la honestidad, la sinceridad y la armonía en el accionar.


Escrito y diagramado: @ilazramusic

Edición: @fermionico


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