Coronavirus y pánico: ¿La tormenta perfecta? | Contenido Original

A nuestro modo de ver la vida, existen tres tipos de comportamiento o reacciones humanas ante las noticias que -por estos días- inundan los feeds de Twitter y la prensa digital mundial sobre el COVID-19, llamado popular pero incorrectamente Coronavirus:


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Fuente: Pixabay


 

  • Indiferentes: las personas les da igual lo que está pasando, preocupadas como están sobre otros asuntos prioritarios que llenan su atención y descartando rápidamente cualquier vestigio sobre el virus en su visión del mundo.
  • Negacionistas: los seres humanos que tienen este comportamiento, no creen que las noticias sobre el virus sean verdad, piensan que es una especie de conspiración de los medios y gobiernos que desean impedir su derecho de estar al aire libre.
  • Profetas del desastre: estos especialistas en medicina se encargan de hacer cundir el pánico dentro de sus comunidades o, peor aún, a países enteros con las consecuencias impredecibles y de pronóstico reservado que tendrá la humanidad.

Sabemos que es una simplificación del problema mediático que va muchos más allá de lo que aquí se plantea, pero estamos para significar y dimensionar la encrucijada que ha causado la noticia y que mantiene en jaque a la población mundial.


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Fuente: Pixabay


Hoy doce (12) de Marzo, cuando estamos escribiendo esta nota, han transcurrido aproximadamente dos meses y 15 días desde que se tuvo noticias por primera vez, de la existencia de la enfermedad en la ciudad de Wuhan, China, la cual fue establecida como punto de origen y aunque el Miércoles 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud (O.M.S) declaró al COVID-19 como una pandemia, el jueves 12 de marzo el Director de la misma Organización, declaró al coronavirus como pandemia controlable.

Así las cosas, la cantidad de consecuencias que ha traído el pánico sobre lo que puede suceder, ha adquirido visos de irracionalidad. Es decir, quizás un comportamiento responsable guiado por el seguimiento de recomendaciones de ESPECIALISTAS en salud, podría hacer que la sindéresis se instale en la conciencia humana; pero lamentablemente y quizás por falta de preocupaciones, nos hemos dejado llevar por los medios sociales que tenemos a mano en nuestros dispositivos electrónicos.


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Fuente: Pixabay


¿Por qué nos atrevemos afirmar esto? Bueno, solo hay que dar un vistazo a los números de la población mundial y el número de casos contagiados para tener un poco de perspectiva: al día de hoy (12 de marzo), se contabilizaban en el globo 124.000 personas contagiadas vs. una población mundial de más de 7.700.000.000 de personas aproximadamente, representando apenas un 0,000016 % de contagios globales.

¿Entienden por donde va el asunto? El miedo se apodera del mundo: temporadas deportivas suspendidas, vuelos trasatlánticos restringidos, barcos enteros en cuarentena, mercados mundiales en caída, escuelas y universidades cerradas, en fín, ni un villano de película estaría más feliz al ver el pánico extendido del que ha sido capaz un microorganismo, que él no se le hubiera ocurrido crear, ni en sus mejores sueños,


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Fuente: Pixabay


¿Decimos todo esto por irresponsabilidad? Nada más lejos de la realidad, no quisiéramos terminar como un jugador francés de la NBA, que se mofaba del coronavirus en una rueda de prensa, manoseando micrófonos y tosiendo de manera irrespetuosa a los periodistas, sólo para enterarse después que era el primer caso confirmado de coronavirus en la liga de baloncesto profesional estadounidense.

Pero sí deseamos llamar la atención sobre el comportamiento responsable al compartir noticias por medios sociales; si ustedes tuvieran acceso a nuestros grupos de whatsapp, comprenderían la preocupación que nos embarga. Es una especie de histeria colectiva incontrolable, logrando magnificar una enfermedad y creando consecuencias que serán objeto de estudio en las facultades de psicología de las universidades.

¿Cómo llegamos a este punto? ¿La economía mundial en jaque por el pánico desmedido? No sabemos cómo recomendar un cambio en los patrones de comportamiento ante la enfermedad, no somos médicos, ni psicólogos, pero bien valdría la pena hacer introspección auténtica y buscar dentro de nosotros el cómo estamos contribuyendo al pánico o a la búsqueda del camino hacia el sosiego y la actitud responsable.


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Fuente: Pixabay


El acto de uno solo puede dañar a muchos y a las personas de los tres grupos que mencionamos al abrir la publicación les diría: Indiferentes: tal vez deberías tomar una actitud preventiva, de un modo que la enfermedad no te sorprenda; a los Negacionistas: la enfermedad es real y hasta el famoso actor Tom Hanks junto a su esposa están contagiados, ¡Cuídate!; Profetas del desastre, más responsabilidad por favor, la gente ya tiene bastante con lo que debe lidiar día a día, para que venga usted con sus majaderías.

La mejor actitud ante la enfermedad es seguir las instrucciones de los organismos multilaterales y los ministerios de salud de cada país, olvide las recetas milagrosas que aparecen cuando el pánico es evidente, jamás nadie de su entorno (a menos que sea médico) le va decir algo que realmente le ayude a combatir la enfermedad. Un comportamiento responsable ante la misma, incluso, de lo que comparte con su entorno, es la mejor prevención posible ante el COVID-19.


Escrito por: @fermionico


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