El día que me fui | Contenido Original

Pensé que ese día todo sería tan normal, común y corriente como cualquier otro Lunes, en mi rutina diaria, pero no esperaba encontrarme con una tragedia.

¿Quieres saber qué sucedió conmigo? Entonces presta atención, esta es mi historia.

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Photo by Alexander Krivitskiy on Unsplash


Comenzaba una semana más en mi rutina, me dirigía a clases, estudiaba en una gran y prestigiosa universidad, quinto semestre de la carrera de Derecho, por lo que era una persona muy activa en las dinámicas socio-políticas internas de mi alma mater. Había un conflicto interno entre dos bandos, pues aunque las corrientes de pensamiento eran diversas, se encontraban bastante polarizadas y aglomeradas en dichos bandos.

Se hacían llamar los «Alfa» y los «Omega»; dos grupos donde realmente yo no encajaba, porque soy una persona de mente abierta, solo me enfoco en el progreso de la sociedad como norte y siento que no puedo sesgar mi opinión por una ideología, prefiero los debates sanos que me ayuden a explorar nuevas soluciones ante cualquier situación que se presente en la sociedad en la que habito actualmente.

Ese día en particular comenzó una protesta por una elección del equipo de trabajo interno de la facultad de Derecho, pues cada bando tenía su representante en las elecciones y por ende, la competencia estuvo bastante ruda, por los extremistas y fanáticos de ambos lados. Las elecciones dieron a lugar, y el bando «Alfa» resultó ganador, en muchas partes de la facultad se sentía un ambiente de felicidad y alegría por la victoria, sin embargo, en otros rincones de la misma, se sentía una tensión que se podía palpar, al punto de que el decano de la facultad decidió cerrar temprano las instalaciones para que todos se fueran a su casa.

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Photo by bantersnaps on Unsplash


En un momento fui al último salón donde vi clases para buscar mis cosas y noté que en un pasillo habían algunas personas de los «Omega» hablando en voz muy baja, se veían como conspirando sobre algo, tal vez solo era una impresión que me dieron por estar molestos a raíz del resultado de las elecciones, así que no les presté mucha atención.

Al llegar al salón, me acerqué a la mesa donde estaban mis cosas y comencé a organizar mi mochila, sin problema alguno, sin embargo, al momento de haber terminado de recoger y estando a punto de voltear para retirarme del salón sentí que me apretaron por la espalda y me colocaron un pañuelo en la boca.

No recuerdo nada más de ese momento.

Desperté en un lugar muy oscuro, con un olor terrible y noté que no tenía nadie alrededor, parecía como una habitación de un depósito, podía escuchar algunos pasos sonar del otro lado de la puerta. Debo admitir que el pánico me atacó apenas desperté porque no podía entender el por qué me pasó esto, nunca he sido una mala persona y mi familia tampoco es muy adinerada, ni posee bienes lujosos como para ser una víctima razonable de un secuestro; a pesar de pensar sobre este hecho, me pareció muy extraño que tardaron 2 horas en aparecer dentro de esa habitación las personas que me capturaron, por supuesto entraron encapuchados, así que no podía reconocer a ninguno.

—¡Ayuda! ¡Estoy atrapada aquí! — gritaba con mucha desesperación.

—¡ Ja ! Intenta todo lo que quieras, pequeña, pero nadie podrá escucharte, porque estamos muchos metros bajo tierra — decía mi captor con un tono de burla bastante desagradable.

—No entiendo, ¿por qué me tienen cautiva? Yo no tengo nada de valor que pueda ofrecerles, mi familia no tiene dinero, así que no ganarán nada teniéndome como rehén.

—Créeme que tu propósito va mucho más allá, porque tenemos que enviarle un mensaje a esos mugrosos integrantes del movimiento «Alfa», porque sabemos que esas elecciones fueron viciadas y estamos dispuestos a hacer lo que sea para demostrarlo.

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Photo by Olesya Yemets on Unsplash


—¿Pero qué tengo que ver yo con este problema? ¡Yo no soy parte de ningún bando! ¡Nunca me he involucrado en nada! — en ese momento comencé a llorar de desesperación.

—Lo sabemos, sin embargo eres una persona muy conocida en la facultad, por lo que tu desaparición hará mucho ruido y podremos adjudicarle este problema a los «Alfa» y dañar su reputación.

—Por favor, déjenme ir, no le diré a nadie sobre esto.

Luego de decir esas palabras, salieron de la habitación y cerraron la puerta con fuerza mientras se reían, he estado casi una semana encerrada, me han dado algo de comida y agua para mantenerme despierta pero siento que mi energía poco a poco se disipa y sigo pensando en un por qué, no merezco esto, mis padres no merecen este dolor, no puedo parar de llorar.

Hoy escuché a mis captores hablar sobre mí, dijeron que el plan no estaba funcionando y que eso los hacía enojar demasiado, están debatiendo sobre qué deben hacer conmigo y yo no puedo hacer más que tener miedo porque la solución que dijo uno de ellos hará que no vuelva a ver la luz del día…

Así que, si no vuelven a saber de mí, recuerden algo…

Los «Omega» fueron los culpables de esto y yo solo quería ir a mis clases.

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Photo by Kat J on Unsplash


Esta publicación es realizada en conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas que será el próximo 30 de Agosto y fue decretado por la Organización de las Naciones Unidas para reflexionar sobre estos sucesos que atentan contra los Derechos Humanos en todos los países del mundo.


Escrito y diagramado: @ilazramusic

Edición: @fermionico


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