Moral y luces… | Contenido Original

Cualquier ser humano que se remonte en el recuerdo de los días infantiles, podrá dar cuenta de reminiscencias relacionadas con algún educador(a) en especial. Difícilmente si les pedimos cierren sus ojos y traigan al presente la primera satisfacción escolar de aprendizaje, puedan olvidar tanto la experiencia como al responsable de ella. Así de importante es la impronta de la escuela en la humanidad.

Moral y luces son nuestras primeras necesidades

Simón Bolívar

Cuando el Libertador de cinco naciones cimentó esa frase en la mente de millones de latinoamericanos, la dijo con la certeza de la experiencia en varios años recorriendo los senderos de América. Se dio cuenta que solo la educación podría convertirse en la verdadera «libertadora» de la conciencia del hombre ¿Quienes sino los educadores para darle forma?

Fuente: U.N.E.S.C.O.

Creemos en la candidez de loa Organismos Multilaterales al intentar rendir homenaje a los docentes, sin embargo, los ojos de los especialistas no pueden ser engañados a la luz de eventos políticos, eclipsados por las protestas ideológicas y la pandemia mundial. Los líderes de algunos países no les interesa la educación. Como consecuencia, millones de niños están fuera de los sistemas escolares de sus respectivos países, más por falta de voluntad política que de otra cosa.

Y es que la «nueva manera» de gobernar, está interesada en mantener la mayor cantidad de población posible en las tinieblas de la ignorancia, porque ese es el tipo de personas maleables. Seres humanos educados, jamás darían cabida a regímenes abusadores y es así como asistimos a la destrucción de los sistemas educativos, en favor del acceso a las tecnologías en línea, con las cuales es mucho más sencillo «moldear las masas populares»

Fuente: Pixabay

Por supuesto, no todo es negativo, pero solo hay que revisar el estado de la educación en un país como Venezuela, para dar cuenta de lo que intentamos dibujar. Docentes asalariados con el hambre, intentan seguir enseñando por vocación y orgullo de su papel en la sociedad, más que por las «facilidades» que da el gobierno de turno ¿Cómo podría una sociedad así, levantarse de sus cenizas? Y es aquí donde entra el problema ideológico a jugar un papel: «si mi verdad es mejor que la tuya, es la verdad que debe prevalecer»

Y, la verdad, mi querido lector, debe disculparme por escribir este tipo de cosas. Cuando se viene a las páginas del testigo, las personas buscan mayormente entretenimiento y no más problemas sobre los cuales leer. Pero son estos los espacios para escribir y denunciar lo que toda una sociedad hastiada, tiene que acallar. Si no ¿De que otro modo podría hacerse?

Fuente: Pixabay

Mirando con otra perspectiva, una de las razones para tener esperanza hacia el futuro es, precisamente, la formación de un profesorado mejor preparado que en el pasado; a la luz de las tecnologías que hoy sirven de apoyo, cuando no son usadas del modo descrito en párrafos anteriores, podemos ser testigos de una dualidad docente-informática que puede lograr grandes cosas juntos.

Y la pandemia puede haber conseguido lo que ninguna cosa antes: a la luz de los riesgos de contagio y por las medidas de separación social obligada, el ser humano ha visto la necesidad de avanzar en un nuevo modelo que sustituya la escuela presencial. Nadie en su sano juicio, expondrá a los niños a enfermedades. El costo político puede ser altísimo. Y el docente tendrá que reinventarse desde cero.

Fuente: Pixabay

Todas las ideas antes expuestas pueden parecer lugares comunes y pensamientos sensatos sobre el nuevo rol del educador post-pandemia, pero sin un estado que favorezca ésta transición, poco puede hacerse ¿Sería la educación privada la gran solución? Como la salud, la educación es costosa. Los nuevos escenarios educativos tienden a reducir esos costos, pero el conocimiento tiene valor y es allí donde está el desafío.

¿Un mañana con docentes a partir de la inteligencia artificial? Y las emociones ¿Cómo las enseñas? Es decir ¿Cómo una máquina puede enseñar a controlar las emociones, siendo lo más difícil de domeñar para el propio ser humano? Y es ahí donde el llamado a la conciencia universal entra en escena. Es verdad, las emociones se aprenden en el hogar, pero, con tantos hogares desestructurados ¿Incorporar las emociones a los programas educativos es descabellado?

Fuente: Pixabay

Como quiera que resulte, el docente es más importante hoy que nunca ¿Que tal si los estados redujeran sus presupuestos de defensa a la mitad y lo invirtieran en educación? ¿Que tipo de sociedades tendríamos? Es por eso que todas las naciones, deben llegar a un acuerdo universal sobre el giro a dar a la educación y a como tratamos a los docentes responsables de liderarla. Un acuerdo mediante el cual quede plasmado el tipo de sociedades que queremos para las generaciones futuras.

No vemos esto como una utopía. Lo vemos como algo que solo necesita voluntad política. Afortunadamente ese sueño es alcanzable, vendrá como consecuencia de un despertar colectivo y el producto de años de evolución. A veces olvidamos que tenemos menos de 3.000 años siendo educados bajo sistemas formales. A ese futuro apostamos.


Escrito y diagramación: @fermionico


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