Los medios de comunicación tradicionales, acostumbran hacer balances anuales sobre las noticias y los hechos resaltantes sucedidos durante el período de 365 días precedentes. Generalmente, leer este tipo de contenido dispara las reminiscencias de emociones vividas, mientras nos enteramos de tales noticias; para bien o para mal es una reacción positiva o negativa según sea el tipo de suceso y es lo que busca cualquier medio de comunicación: causar emociones para que el lector vuelva a sus páginas.
Los medios de entretenimiento no son muy diferentes de aquellos nombrados en primer término: los últimos 15 días del año los usan para transmitir maratones de series y películas que llamaron la atención en sus mediciones de audiencia, con el fin que las personas que se quedan en casa queden enganchadas a la caja mágica.
Las redes 2.0 hacen lo propio, sin nuestra autorización, sugieren publicar un archivo donde han recogido aquellas publicaciones nuestras que obtuvieron más «likes» o que recibieron más comentarios, de tal manera que expongas de nuevo ante el público escrutador, momentos resaltantes que fueron sólo eso: momentos. Y así se nos va la vida en lo mediático durante los días que comienzan a marcar el fin del año en curso y los albores del nuevo año.
Pero el asunto va más allá si reflexionamos a fondo. Como quiera que la vida transcurre entre hechos fortuitos y hechos relacionados, nos concentraremos en estos últimos porque sobre los primeros no tenemos el control. Y así poco a poco, iremos abordando la razón de la última publicación del año dentro de nuestro testigo @cervantes.
Pongamos como ejemplo, la medalla de oro y récord mundial que logró este año en los juegos olímpicos de Tokio 2020 (hasta el año de referencia fue engañoso), la venezolana Yulimar Rojas en el salto triple del atletismo. Una cantidad de hechos encadenados tuvieron que pasar año tras año, en su camino al olimpo mundial, mucho antes para el logro del resultado obtenido en tierras del sol naciente.
Imaginen primero su decisión de practicar deporte…pudo haber escogido cualquier otro pasatiempo, pero la adolescente se decidió por el voleibol animada por sus amigos y por su estatura. Luego, con el tiempo sintió que la pista y el campo le llamaban. Fue así como decidió practicar el salto largo, su primera prueba en el atletismo. Posteriormente decide trocar esa modalidad por el salto triple. Sus inicios prometedores en la categoría hicieron que dejara de buscar donde se sentía cómoda.
Mañanas, tardes y noches de entrenamiento en las condiciones menos favorables (sabemos todos como se trata al deporte en los países del tercer mundo), los resultados en competencias no tardaron en llegar y su distinción en categorías inferiores le ganó puestos en la selección nacional. Una serie de victorias nacionales y regionales (bolivarianos y panamericanos) la catapultaron a la élite mundial.
El triple salto ya no sería el mismo tras la exposición ganada detrás la colombiana Catherine Ibargüen, reina en la olimpiadas 2016 de Río en Brasil. A partir de aquella medalla de plata, Yulimar entraba por la puerta grande a ser una de las atletas más mediáticas del atletismo mundial, su decisión de buscar por Facebook a Iván Pedroso en 2015 y emigrar a España a entrenar con él, había dado frutos.
Varios títulos en el circuito diamante del atletismo, un par de récords mundiales en triple salto bajo techo y su contínua progresión de marcas fueron el antecedente al clímax vivido este año. En fin, una sucesión de decisiones y consecuencias encadenadas la llevaron a la meta pensada y soñada durante muchísimos años: convertirse en la reina del atletismo mundial. Toda una vida en un año. No podría haber llegado a esa meta si solo comenzaba a practicar ese deporte el primero de enero de 2021.
Igual que Rojas, cada una de las abejas en #Hive está construyendo un futuro. Un viaje que comenzó para algunos hace varios años en otra cadena y que derivó en Mayo 2020 a la concreción de un sueño: una descentralización en los propios términos y jamás impuesta por alguien que se hiciera del control del minado «ninja» para determinar la gobernanza.
Es decir, el primer año COMPLETO de la plataforma ha sido cumplido en Mayo de éste año y dentro de pocas horas, apenas habremos cumplido nuestro primer año calendario, verbi gratia, un período que va desde el primero de enero al 31 de diciembre. Y vaya que ha sido movido el año que prontamente se irá.
Saltar desde un poco más de dos millones de cuentas a más de cuatro millones en un año no es poca cosa. Haber alcanzado en récord de valor de la moneda en US$ 3,41 en el mercado del trading solo indicó algo: la consolidación entre los inversionistas de la imagen de un proyecto blockchain serio, con futuro, con mucho que dar y que puede llegar a convertirse en un monstruo como nunca ha sido visto dentro de la web 3.0
¿Y por qué no ya, por qué no ahora? Porque como toda promesa dentro del mundo de criptomonedas, la nuestra debe ser trabajada tanto o más como lo hizo Yulimar Rojas. El asunto no es si será así como describimos desde las páginas del testigo, el meollo estriba en cuando. Y eso solo lo dirá la cantidad de energía que le dediquemos quienes estamos metidos en esto.
Jamás se llega solo a ningún lado, siempre tendrás que confiar en alguien para que te acompañe a construir y ese alguien son aquellos que poseen una cuenta en #Hive, no otros…necesitas de todos, incluso de aquellos quienes te odian o te hacen malos ojos ¿la razón? Todos queremos una plataforma consolidada como la carrera de Yulimar.
Pero para que esto se materialice tenemos que pasar todas las pruebas y obstáculos que se nos pongan por delante. Solo la perseverancia y la constancia de quienes hacemos vida acá, podrá lograr ese objetivo: llevar a Hive al olimpo de las blockchain sociales.
Ustedes, el testigo y nosotros, estaremos celebrando ese logro que se nos hace lejano, pero que tiene un solo resultado. Y recordarán este escrito como uno que les ayudó a tomar conciencia sobre el punto de inflexión de los esfuerzos dedicados acá. Y se sonreirán pensando algo: @fermionico tenía razón. Feliz año, mis abejas.
Escrito y diagramación: @fermionico
