¡Son ya 50 Publicaciones!

¡Parece que fue ayer cuando este proyecto se hacia posible! un equipo de trabajo multidisciplinario se enrumbó en cristalizar la Revista de Ciencias, bajo el apoyo de nuestro Witness @cervantes, quien creó todas las condiciones y mantuvo el apoyo para que sencillamente fuera posible ¡Y lo sigue haciendo!.

En ese Abril del 2018, las primeras palabras editoriales decían:

«¡Hoy imagino a aquel homínido que un buen día se bajó del árbol para evolucionar, motivado por un cóctel de emociones que lo hicieron crear, bajo un dilema constante que se paseó entre el ensayo y el error! Hoy nace Cervantes Ciencias en Steemit, en lo que hemos llamado “Marcando el comienzo” y nos acompañan un sinfín de pasiones que, seguramente, orientarán nuestra creatividad hacia la búsqueda constante de la mejor manera de comunicar en la red el conocimiento científico»

El equipo se mantiene, al igual que las ganas de seguir escribiendo contenido original. Celebramos nuestros primeros 50 números y lo hacemos agradeciendo a esa comunidad hispana que día a día apoya los proyectos que @cervantes organiza para seguir creciendo y aprendiendo de la plataforma.

Disfrutemos hoy de nuestra revista de Ciencias

El pH como variable de investigación agrícola

En esta nueva serie sobre INVESTIGACIÓN, el Área de Cultura, Sociedad y Ambiente de Cervantes Ciencias, dedicará sus segmentos a describir variables de investigación, principalmente las que están relacionadas a los sectores agrícola, nutricional, farmacológico y social, esto con la finalidad de acercar a nuestros lectores, a la utilidad que tienen estas variables en el quehacer científico.

Antes de entrar al tópico sujeto a socializar “El pH como variable de investigación agrícola”, es importante repasar algunas consideraciones fundamentales, por ejemplo; el pH como concepto, fue propuesto por el químico danés Søren Peter Lauritz Sørensen en 1990, en cuya comprensión teórica se refirió al pH, como “el logaritmo negativo de la concentración de iones hidrógeno (H+) que posee una disolución”, o lo que es lo mismo, propiedad que permite conocer la concentración de iones hidrógenos en una disolución, desde el punto de vista práctico el pH, sirve de guía para determinar el grado de acidez, neutralidad o basicidad de soluciones acuosas diluidas.

Además del sentido práctico interpretativo, es importante indicar que en Química Analítica, el pH funge como un indicador que permite conocer las transformaciones que experimenta la materia, bien sea, en estado orgánico o inorgánico, mediante una escala con rango entre 0 y 14, representando el valor 7 la concentración NEUTRA (concentración ácido y base en equilibrio), mientras que los valores menores a 7 constituyen la sección ÁCIDA, y los valores superiores a 7 la fracción BÁSICA/ALCALINA.

El pH de suelos agrícolas

Ahora bien, el pH como variable agrícola ideal se ubica en un rango oscilatorio entre 5 y 7, categoría utilizada para ponderar suelos con relación de hidrógeno activo idóneo para los cultivos, por ejemplo; en investigaciones de carácter agronómico, se suele determinar el valor de pH, esto para conocer la concentración de iones hidrógeno en el suelo, y a posterior inferir la movilidad de procesos físicos, químicos, microbiológicos que se dan en una determinada superficie de tierra, representando suelos con valores ácidos, los que registran elevadas concentraciones de hidrógeno, bien sea, por mal drenaje hídrico (suelos sedimentados producto de excesivas precipitaciones), o aquellos con valores altos de sulfuro de hierro, mientras que valores alcalinos (básicos), orientan sobre altas concentraciones de carbonato de sodio en detrimento a las de hidrógeno. De allí la razón, de que en la agricultura se considere el rango de pH, para establecer programas de siembra, manejo y cosecha de un determinado cultivo, teniendo en cuenta que las especies vegetales, responden a valores disimiles de pH para su óptimo crecimiento, desarrollo y producción.

Para Cervantes Ciencia: Ing. Luis Paz (Prof. de Botánica Agrícola) – @lupafilotaxia

Referencias

[1] Gómez A., y Martínez M. pH, Historia de un Concepto. Análisis en textos de educación superior. Colombia. 2013.

Créditos:

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En días pasados ayudamos a alguien configurar su router inalámbrico para gestionar la conexión Wi-Fi de su hogar. Entre café y conversación le pregunté si quería gestionar el ancho de banda de cada usuario que se conectaba con algún dispositivo a la red casera que íbamos a poner a funcionar.

La persona nos respondió que ella pagaba un servicio de banda ancha y que no debería tener problemas para que ningún usuario en su casa pudiera acceder a la velocidad prometida por su proveedor. Demás está decir que no pudimos hacernos entender y decidí escribir sobre ello.

Fuente

Comencemos por el principio: ambos conceptos (ancho de banda y banda ancha) comienzan desde lo fundamental que es la velocidad de transmisión de la señal en el medio alámbrico o aéreo, en tasas que van desde el bit por segundo a varios múltiplos del bit: Kilo, Mega Giga, Tera, etc. Entonces estas velocidades se medirán en b/s Kb/s Mb/s y así sucesivamente.

Teniendo esto claro, empezamos a diferenciar ambos conceptos:

Ancho de banda puede referirse a varias cosas:

Medida de recursos que hayan sido consumidos o estén disponibles en una red dada.
La tasa de máxima salida de datos en una huella de comunicación.
La tasa media de transmisión exitosa de un medio aéreo o alámbrico.

Banda ancha:

Es el nombre de cualquier red de telecomunicaciones con capacidad de transportar voz, datos, video, etc.

La característica principal es la multiplexación de señales en el mismo medio de transmisión (solapamiento físico, sin llegar a interferir una señal con otra)

Fuente

Con estos conceptos aclarados, es necesario responder, entonces a la pregunta: ¡no son la misma cosa!. Cuando le preguntamos a la persona sobre el ancho de banda asignar a cada dispositivo, estábamos hablando de la administración de la tasa de transmisión para cada usuario dentro de la red Wi-fi de su hogar.

¿Para qué? Es obvio que si usted contrató, digamos, una conexión standard de 2 Mb/s de su proveedor de acceso a banda ancha, generalmente, tal proveedor le entrega una velocidad cercana pero jamás por encima de la tasa prometida.

Si usted desea ver un video en su teléfono y su hijo está jugando algún juego de red, además, otro usuario está escuchando música en YouTube, por ejemplo, no puede experimentar la misma velocidad que cuando no hay nadie más conectado a la red.

Administrar el ancho de banda de cada usuario, le permite “hacer justicia” y repartir de acuerdo a las necesidades de quien paga la conexión y los otros usuarios que también desean conectarse. Esto se hace en el router que distribuye la señal a toda la red entrando en la configuración del dispositivo conectado al modem de su proveedor de servicios.

¡Haciendo una búsqueda en Internet, conseguirá interesantes tutoriales en video sobre configurar un router inalámbrico!.