La Investigación y la Ética: Hermanas inseparables

Esa inquietud por conocer cada día más sobre el universo de fenómenos que nos rodean, ha sido posible gracias a la Investigación científica. Desde que Galilei y otros personajes marcaron el inicio de un método científico secuencial y objetivo, la historia del hombre ha sido otra.

Cada vez más generamos más conocimiento, que aunque nace de verdades relativas, lo asumimos como objetivos, en base a las evidencias que respaldan tales suposiciones. En este proceso entonces se hace realmente necesario que, los investigadores sean personas con valores axiológicos bien marcados que determinen resultados, sin manipulaciones intencionales de variables para obtener lo esperado.

Manipular variables y resultados, realizar procedimientos atroces en cualquier ser vivo y ejecutar investigaciones sin evaluar sus costos planetarios, son algunos de los elementos que desde siempre deben ser motivo de preocupación, pues en el tiempo, podríamos estar jugando a ser dioses.

El día de ayer leía en un diario electrónico un artículo donde ciertos científicos mostraban preocupación sobre los bebes chinos modificados genéticamente, producto de una investigación genética donde se utilizan tijeras moleculares y, llama realmente mi atención, esa necesidad que el hombre sigue manifestando de modificar lo que la naturaleza ha tardado tanto en equilibrar.

Entender los procesos biológicos y respetarlos, debiera ser una de nuestras principales premisas ¿Hasta cuándo jugaremos a modificar sin saber qué consecuencias tendrá a nivel poblacional? Y no en solo la humana, sino esa que involucra a todo lo que respira en nuestra amada GAIA.

Hoy grandes empresas investigan para obtener exquisitas ganancias monetarias, sin importar sus efectos ambientales, biológicos y hasta sociales. Lo más preocupante es que tal vez sólo conocemos la punta del iceberg y son muchos los estudios que se están ejecutando de manera secreta y cuyos efectos, ni siquiera imaginamos.

¡Nos seguimos leyendo!

Dra. Alexaivy Torres-Coordinadora Cervantes Ciencias

Software Malicioso

¿Sabía usted que el software malicioso o «malware», es producido a un ritmo mayor que el software lícito? En efecto, Según las compañías fabricantes de antivirus, el año 2.007 fue el marcador donde la líneas se cruzaron y desde entonces la «industria» del software malicioso superó en líneas de código a todo aquello que fuera legal.

El «malware» es todo tipo de software que intervenga en las funciones de cualquier dispositivo de cómputo o telefonía móvil, con desconocimiento del propietario, con el fin de afectar su funcionamiento o, peor aún, con el objetivo de robar datos. La amplia gama de «malware» ha hecho que se clasifiquen en varios tipos donde más de la mitad de los existentes se clasifican como troyanos, seguidos por los virus. los gusanos, el «adware», el «backdoor», el «spydoor» y otros.

Fuente: Pixabay

El 03 de noviembre de 1.983 fue presentado por Fred Cohen, un prototipo de programa maligno en un seminario de estudiantes de la Universidad del Sur de California y desde entonces estos programas se convirtieron en un dolor de cabeza para todo aquel que dispusiera de un dispositivo de cómputo. Se estima que -anualmente- las pérdidas económicas mundiales producidas por estos superan el presupuesto de algunas naciones pequeñas.

Según los especialistas, es prácticamente imposible parar la posibilidad de una infección con software de este tipo, pero sí se puede minimizar los efectos o establecer control de «daños» si se toman varias precauciones:

Fuente: Pixabay

Es vital mantener actualizados los programas o aplicaciones en los dispositivos electrónicos
El sistema operativo y el navegador web deben ser -siempre- la última versión que los fabricantes tienen disponibles.
Tener un programa antivirus de actualización diaria, al menos, entre el software del dispositivo.
Instalar un «firewall», una especie de software que evita la intrusión de atacantes en las conexiones a internet.
Tomar precauciones extremas al instalar programas o aplicaciones provenientes de internet o de algún medio de almacenamiento extraíble (memorias USB).
Al instalar aplicaciones móviles, cuidar que estas sean bajadas de tiendas reconocidas por los fabricantes del dispositivo.
Evitar las redes p2p y la internet «oscura».
No permitir la ejecución de «scripts», ni la instalación de «cookies» de sitios web no confiables.
Las contraseñas a usar en sitios web o en las computadoras personales deben ser de al menos 10 caracteres numéricos y alfabéticos con la inclusión de al menos 1 carácter de puntuación.
Hacer regularmente un respaldo de seguridad en un medio extraíble, en caso que deba reiniciar el disco duro de su computador o un respaldo en la «nube» con el fin de restituir los archivos críticos de su dispositivo móvil.

Una actitud defensiva y desconfiada es el mejor argumento para defenderse de estos programas, si usted sospecha o intuye una posible intrusión, haga caso a su instinto y desista de instalar programas. Eso será preferible a tener que pagar por un especialista o, peor aún, que sus cuentas bancarias queden vacías.

ECO-Cervantes // Información de actualidad ambiental

En este nuevo segmento de ECO-Cervantes, abordaremos información de actualidad ambiental enmarcada en la serie INVESTIGACIÓN, a fin de divulgar noticias relacionadas al quehacer científico.

ÁREA: Ecología

Título del artículo:

Los loros tiran la comida a propósito para mejorar la calidad y cantidad de frutos y semillas

De acuerdo, a información publicada en la plataforma digital NCYT – NOTICIAS DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA en su sección Medio Ambiente, «los loros no son tan despistados como se cree por su inexplicable hábito de desperdiciar una parte de la comida que cogen», en el artículo se indica que «este acto aparentemente sin sentido en realidad es intencionado y busca posiblemente mejorar la calidad y cantidad de los frutos y semillas de los árboles».

Estas afirmaciones, forman parte de los resultados obtenidos en múltiples estudios ejecutados por la profesora Esther Sebastián González, en eco-regiones especificas de Europa, Asia, América y África, que suman un total de 6.253 observaciones de 103 tipos de loros, luego de recorrer 37.612 kilómetros y establecer observaciones directas en campo, es importante destacar que la profesora Sebastián González, forma parte del Departamento de Biología Aplicada de la Universidad Miguel Hernández de Elche – España.

Dentro de las aseveraciones, efectuadas por Sebastián González, los loros «no son tan despistados como se creía hasta ahora porque hay una parte de los frutos y semillas que, claramente, tiran con intención. Si no fuera así, no podrían cambiar de comportamiento en la época de reproducción, ni discernir si cae una fruta más o menos verde». De allí que, «este acto aparentemente sin sentido en realidad es intencionado y busca posiblemente mejorar la calidad y cantidad de los frutos y semillas de los árboles», otro elemento de relevancia en estos estudios, es que «los loros pueden manejar el concepto de futuro, y llegan a planear una mejor alimentación».