En cualquier contexto de la vida el ser humano se ha caracterizado por su curiosidad, y mucho más ahora en medio de una compleja situación inédita para todo el planeta.

Estamos confinados a espacios reducidos –aunque familiares- en los que debemos poner en práctica todo nuestro capital intelectual para solventar variadas circunstancias, de mayor o menor calibre… muchas de ellas urgentes

Una de esas situaciones puede ser, por ejemplo, requerimientos para reparar algún artefacto electrodoméstico sin recurrir a expertos en el área, o preparar algún manjar culinario para complacer peticiones, e incluso apoyar a los más jóvenes con alguna temática de las actividades escolares del aula virtual. En cualquiera de las circunstancias mencionadas -u otras más comprometedoras- recurrimos a la “investigación” por ser el recurso idóneo para responder a las incógnitas cotidianas.

La curiosidad natural del Homo sapiens, por lo general es disipada adoptando los protocolos del método científico, tanto aquellos que conocemos en nuestros estudios formales, al igual que los obtenidos de manera empírica o aprendidos en el día a día.

Hacer una investigación implica seguir una ruta sistemáticamente establecida con protocolos que nos van llevando por fases, como la observación, seguida de una contrastación de un escenario ideal versus el contexto real, dando origen a un nudo problemático que generará en nosotros dudas investigativas, llevándonos a formular hipótesis o inferencias para responder con datos e información relevante a la situación inquietante inicial.

Como ven la investigación se inicia con esas interrogantes que nos planteamos al observar situaciones que se presentan como retos cotidianos, que muchas veces los escalamos para llevarlos a un ámbito académico-científico más formal.

Construyamos la ciencia desde el día a día, desde lo cotidiano, asimilando la investigación como parte de nuestra rutina con el internet de las cosas, el teletrabajo, los webinars, el seguimiento que hacemos a los youtubers con cuentas y perfiles que nos entregan recetas, tips para reparaciones, clases de matemáticas o inglés conversacional, entre otros aportes. El hecho es que estamos en constante investigación, dándonos cuenta o no de lo que implica el método científico en el hogar y en la red de redes.

Desde Cervantes Ciencia te seguimos invitando a hacer ciencia, y en próximas entregas continuaremos abordando este tema.

Para Cervantes Ciencia: Dr. Tomás Pérez (@tomastonyperez).

Referencias

Hernández, R. Fernández, C. y Baptista, P. (2010). Metodología de la Investigación. Madrid: McGraw-Hill Interamericana
Tórtora y Derrickson.( 2010 ). Principios de Fisiología y Anatomía. 11va edición. Editorial Harcourt Brace: Madrid.

Pensar que las viviendas, no requieren un diseño formal, es un total error. Aun cuando estas no representan una construcción de envergadura como un centro comercial u hospital, requieren cumplir con ciertos requisitos para su proyecto. Hoy conoceremos cuáles son.

Diseño Arquitectónico

Este diseño sirve de base para los posteriores; por lo tanto es muy importante definirlo correctamente en un plano a escala. En esta fase, se debe concretar, cuántos espacios habrá, y cómo serán distribuidos, tomando en cuenta el aprovechamiento de la ventilación e iluminación natural. Es una etapa para soñar colores, formas geométricas y acabados; los especialistas son los arquitectos.

Diseño estructural

En esta etapa se incorporan los ingenieros civiles estructurales para diseñar un armazón que se adapte a la arquitectura deseada de la vivienda. Dependiendo de las formas geométricas, pudiese resultar todo un reto conservar la estética y un diseño estructural adecuado. En esta etapa se determina de qué manera se realizarán las fundaciones, sistema constructivo, materiales a utilizar, tipo de techo, siendo todo plasmado en unos planos, lo suficientemente detallados que sirvan de guía para el constructor.

Diseño de instalaciones eléctricas

Las instalaciones eléctricas deben ser diseñadas adecuadamente para evitar problemas a futuro. Estas instalaciones, normalmente van embebidas en las paredes y techos, por lo cual resulta imperante, realizar un buen diseño antes de construir, y así evitar posteriores roturas y modificaciones. Los ingenieros electricistas son los especialistas en esta área, y diseñan los circuitos de lámparas, tomacorrientes, realizando un estudio de carga para los artefactos y equipos eléctricos, y equilibrándolo para obtener las especificaciones técnicas que mejor se adapten a la vivienda.

Diseño de instalaciones sanitarias

Este diseño comprende el trazado y las especificaciones técnicas de las redes de aguas blancas (el agua potable a ser utilizada), las aguas negras o residuales que son desechadas, y las aguas de lluvia que requieren ser captadas y conducidas. También, es necesario incorporar las instalaciones de agua del sistema contra incendio y ventilación. Estas instalaciones son diseñadas por los ingenieros civiles sanitarios, y son de suma importancia para garantizar, el adecuado suministro y salida de agua de la vivienda o incorporación a un sistema de tratamiento.

En base a lo anterior, se concluye que una vivienda debería ser diseñada con todos estos requisitos, de una manera específica y detallada para las necesidades particulares del cliente, quien es el protagonista en toda esta historia.

Es por ello, que siempre se recomienda que el cliente plasme sus ideas y aclare sus requerimientos, para que posteriormente esta información, pueda ser gestionada adecuadamente por los especialistas.

Escribió para ustedes Darwin Pérez, Ingeniero Civil, constructor de un mundo mejor // @darwinperez

Referencias
Sitio web Construyendoseguro.com (S/f). [Artículo en línea]. ¿Cómo sé si mi casa está bien diseñada?. Recuperado de:. Consulta: Mayo, 2020.
Imágenes libres. Fuente pixabay, editadas en power point 1 2 3 4 5