Cervantes Ciencias Vol.87 p. 1-2 – Proyecto de promoción de la lengua española en Hive

No cabe la menor duda, que en nuestro conciente e inconciente, conservamos psicológicamente todos los elementos que a lo largo del tiempo hemos incorporado a nuestro estilo de vida llámense; tradiciones, costumbres, percepciones, y vivencias con el entorno natural, en este sentido en el Área de Cultura, Sociedad y Ambiente, queremos socializar con nuestros lectores, algunos enfoques relacionados con la psiquis y las plantas, en la búsqueda por ponderar el valor incalculable que tienen las especies vegetales en nuestras vidas.

Si nos centramos, en relacionar el valor que tienen las especies vegetales en nuestras vidas, encontraremos señales nítidas y empezaremos a comprender, que desde el punto de vista psicológico cada una de las conductas y sentimientos que solemos expresar, no sólo dependen de las interacciones de carácter interpersonal y social, sino que además guardan relación con nuestra forma de relacionarnos con los factores ambientales, y dónde las especies vegetales juegan un papel fundamental.Cuando observamos a las plantas, con detenimiento y sigilo en su entorno natural (bosque, montaña, selva, sabana, entre otros), encontramos en cada representación intangible que nos brinda la naturaleza, la fuerza emocional para superar heridas espirituales, cuadros de ansiedad, enfoques negativos, ya que en esos instantes de conexión con la vegetación, en nuestra psiquis se sustituyen todas estas afecciones psicológicas, por reacciones de satisfacción, confianza y deseos de cambio positivos.

Igualmente, cuando atravesamos por momentos difíciles en nuestras vidas, bien sea, por acumulación de conflictos internos, pérdida de un ser querido, o alguna afección orgánica que nos impide llevar una vida normal, solemos caer en depresión y esta acción crea una serie de desórdenes psicológicos, que nos impiden superar por nuestros propios medios biopsicosociales estos cuadros adversos, aspecto que nos termina restando calidad de vida. En estos momentos de quiebre en nuestras vidas, solemos buscar ayuda profesional, sin embargo, algunas personas tienden a tomar medidas apegadas al contacto con las especies vegetales, al decidir alejarse del terrible contexto que les afecta, e irse a casas de campo, en la búsqueda por encontrar respuestas en la naturaleza, esto porque, en cada paisaje que evoca la naturaleza mansa, pero al mismo tiempo rebelde y salvaje, empezamos comprendernos desde nuestro propio interior, en un entorno sublime que resalta nuestras capacidades de autocuración.

Para culminar, es importante destacar, que cuando establecemos conexión con las especies vegetales, podemos sentir dos tipos de percepciones, la percepción organoléptica y la psicológica, si bien la organoléptica nos reanima cada sentido a saber; vista, oído, olfato, es la percepción psicológica la que nos transmite sosiego, y despierta nuestro sentido de vida, al reducir los enfoques negativos que alteran nuestra psiquis.