¿Dónde está el junior? | Contenido Original

Ésta fue la pregunta hecha por una desesperada madre al día siguiente cuando José no apareció para dormir en casa, como religiosamente lo hacía cada día de su vida. La mujer no podía esconder su desesperación porque era algo que temía podría pasar en cualquier momento, dado el activismo político de su hijo. Hacía la pregunta a todos los vecinos que la miraban con empatía porque cualquiera de los suyos podía haber pasado por el mismo trago amargo.

José era un chico como cualquier otro en su niñez, le gustaba salir a la cancha cerca de la casa a jugar cuanto deporte le proponían sus amigos, pero la muerte de su padre a manos de funcionarios del estado en una trama montada y descubierta, hizo nacer dentro en él una chispa cuando estaba en medio de la adolescencia. Avivada por sus profesores de la secundaria, esa chispa trocó en fuego e hizo que el activismo político creciera en él, porque consideraba el estado no era todopoderoso.


Los servicios de la nación debían existir para proteger, jamás para tomar partido por alguna parcialidad política pero, sabiendo que se encontraba en latinoamérica no le importaron las consecuencias de ese activismo. Su fuego interno era mayor y como los de su edad, estaba dispuesto a jugarse el pellejo con el fin de obligar a los políticos a dar dirección justa a las demandas del pueblo. Nada volvió a ser igual desde que se embarcó en la lucha por lo que creía.

Aunque su origen humilde le habría podido llevar por otra senda, su padre se ocupó de desarrollar las raíces del pensamiento crítico en su hijo antes de morir. La suerte estaba echada. Pregunta tras pregunta a sus mentores y libro tras libro, fue forjada una personalidad a la que la justicia le parecía debía ser la brújula que guiare las almas. Así las cosas, cuando cumplió 16 años se inscribió en un partido de pensamiento centrista que creía básicamente en proporcionar los medios a cada ser humano para potenciar sus logros.


Pero un pensamiento idealista fue tomando forma desde el inicio y ello le llevó abordar riesgos que la mayoría de los chicos no serían capaces de afrontar a tan corta edad. Pasó en poco tiempo a formar parte del brazo de línea dura del partido. Aquel componente en las agrupaciones que todas tienen y necesitan, pero niegan para no ensuciar la cara limpia del partido. La política es cochina sin duda. El muchacho en su ingenuidad e idealismo creía que luchaba por un mundo justo, así tomó las riendas del miedo y comenzó hacer el trabajo sucio.

Sin embargo, el mayor freno que se había autoimpuesto era hacer daño a nadie. La brújula moral le impedía tomar acciones de ese tipo porque consideraba a cualquier hombre como su potencial padre, en el sentido de que la lucha no fuera a convertirse en algo detestable. Sabía que la política debía tener una raya que él jamás cruzaría. Quizás por ello se ponía en mayor peligro, porque el ala dura necesitaba hombres fuertes dispuestos a todo y él no encajaba. Por otro lado, sus primeras acciones también le llevaron a ser fichado por los organismos del estado. Estaba realmente jodido.


La primera vez que le arrestaron lo malograron de verdad. Era la manera como el estado le advertía a los facinerosos no estar dispuestos a permitir ningún disentimiento. No paró en el hospital pero estuvo muy cerca. Lo patearon y le torturaron. Le dijeron que sus pares le engañaban y que su trance se repetiría de nuevo tantas veces como él quisiera, con tal que desistiera de sus ideales. Craso error. Luego de esa primera experiencia de fuego, fue como arrojar un bidón de gasolina a una fogata encendida.

A partir de aquello, seguía pensando en no dañar físicamente a nadie, pero se ocupó de perfeccionar su discurso. Sabía se lograba más con la no violencia y las palabras podían tumbar un estado maltrecho, en el que nadie creía. Las herramientas: libros que contuvieren todas las corrientes políticas de pensamiento y sus mentores más aventajados del partido en cuanto a formación académica. Rodearse de ellos le fue alejando del ala dura. En tres o cuatro años consiguió la lengua de oro que buscaba.


De pronto los espacios en las charlas y los discursos quedaron cortos. La gente acudía como hechizada por su verbo y a los 21 años se había convertido en alguien prodigio de la oratoria. Era increíble alguien tan joven articulara las palabras y el don histriónico para llenar salas a tan corta edad. Si los actos los comenzaba él abriendo como orador pronto sería él mismo quien los cerraría. Volvía loca a la multitud asistente y los mismos dirigentes del partido se paraban de sus sillas aplaudir con locura.

El estado comenzó alarmarse al punto que empezaron a seguirle. José se había convertido en «persona de interés» En casa, su mamá advirtió el peligro porque le llegaban los chismes sobre el desempeño del junior. Así le llamaba ella a José tenía el mismo nombre de su padre y quería diferenciar con el apodo a su brillante hijo para disfrazar el dolor. Ella misma se había enamorado por el verbo y no podía dejar de lado las similitudes, solo que esto le alarmó más porque su hijo provocaba una conciencia superior en los auditorios.


Al final de la mañana de la desaparición del junior fue a parar a la comisaría local, luego de checar los hospitales de la zona. Denunció el secuestro de José anteponiendo el antecedente de no haber faltado jamás una noche para dormir en casa. Los policías intentaron consolarla respondiendo que el chico ya era un hombre y podría haber pasado la noche fuera con alguna chica. El protocolo de búsqueda no se activaba hasta 36 horas después de la desaparición de un adulto, así las cosas, debería esperar por noticias en su hogar. Esas noticias nunca llegaron.


Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas es una conmemoración de observancia de las Naciones Unidas con el fin de crear conciencia. Para el organismo multilateral: «Las desapariciones forzadas pueden perpetrarse hoy día en situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como método de represión política de los oponentes» José fue uno de ellos y es vital hacer ruido para que esas víctimas sean reparadas o sus familiares resarcidos en daños.


Escrito y diagramación: @fermionico


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