Cuando hablamos de un ser vivo nos referimos a cualquier espécimen de la naturaleza, que nace, crece, se reproduce y finalmente muere. Es esta la cadena de una existencia que se mantiene vigente en todos los que estamos en un árbol evolutivo de descendencia.
Las especies nacen con una finalidad, y es la de perpetuarse. Esto implica que, a parte del cumplimiento de las funciones fisiológicas vitales, se de una gran importancia al desarrollo de esta capacidad reproductiva, que generalmente inicia bastante temprano en la mayoría. La hembra, desarrollará los instintos adecuados para elegir un buen donador de esperma, y el macho, usará los mismos para ser recibido por una hembra y dejar sus mejores genes.
El resto de las especies, al contrario, busca conseguir las condiciones que permitan su existencia sin excesos tal vez. Un sitio seguro, con alimento que ellos mismos consiguen, un sitio para dejar la descendencia -que parte muy pequeña de los padres- y en senescencia, o envejecimiento, una segura muerte. Los animales, además, no están en la conciencia de prevenir alguna enfermedad mediante el uso de algún elemento externo, no modifican su cuerpo para verse más atractivos, ni adaptan el ambiente a sus necesidades.
Suena curioso este último párrafo, pues en todo ese quehacer, cumplen una función primordial en el ecosistema, que el ser más evolucionado, dejo hace rato de cumplir. Las especies vivas que nos acompañan, tienen un rol tan importante que los hace imprescindibles en la Tierra, y aun así, nos hemos encargado de llevarlos a una lista roja de desaparición.
A algunos, los llamamos plagas, y hemos tratado de exterminarlos. Nos quejamos de plagas resistentes y me permito preguntar ¿Hay algún insecticida para nosotros? Y es que en el momento que nos desligamos de nuestra biología, y comenzamos a crear un planeta para nosotros ¡Lo dañamos todo! Ya hay úteros artificiales capaces de gestar humanos sin la hembra y yo me pregunto ¿A qué estamos jugando? Volver a las raíces de los primeros homínidos, es imposible, y lamentablemente hay un planeta que revive cada día las consecuencias.
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