La vida, tal como la conocemos hoy es el resultado de múltiples procesos que en el tiempo se han estabilizado. Gracias a ellos hoy la existencia tiene forma definida, y la humanidad se ha encargado de darle una explicación lógica.
Estos protobiontes, poseían una membrana que lo separaba del medio externo. Esta compartimentalización fue clave para que las sustancias internas comenzaran a realizar las primeras reacciones metabólicas, y a generar las moléculas de la herencia. ADN y ARN fueron clave en la evolución de la vida.
Existen diversas teorías que explican la aparición de los cloroplastos, mitocondrias, el núcleo y la membrana celular. Entre ellas destaca la Teoría de la Endosimbiosis, de Margullis, quien nos habla de varias incorporaciones entre dos seres vivos que se unieron y ya luego no se pueden separar.
En el cámbrico encontramos una explosión, bien contundente, que marco una espléndida diversidad, de animales que desaparecieron en corto tiempo. Las causas, los cambios externos del planeta, suelos arcillosos, aumento de oxígeno y temperatura.
La Pikaia y el Anomalocaris resaltan, la primera, es la precursora de los cordados y el otro, el gran depredador marino. Ejemplos grandiosos de lo que han sido los períodos y sus protagonistas. Posteriormente una gran extinción logró desaparecer una gran parte de ellos, y algunos dejaron pasar su ADN a la descendencia.
Las plantas hicieron lo suyo y un grupo salió al planeta exterior, la vida fuera del agua era un gran reto que por procesos lograron superar y hoy se entretejen en un gran abanico de opciones. Los animales, vertebrados e invertebrados, hicieron lo propio y entre todos, incluso el más depredador e inconsciente que evolucionó del árbol y creó el conocimiento, hacen posible la existencia y dan expresión a esa palabra tan corta, pero tan compleja “VIDA”.
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